Cosas del nazionalismo
¿Por quê la gente no puede festejar lo que desean?
En su programa de radio Alejandro Dolina dijo que Supay, Mandinga (a los nacionalistas les encanta acriollar todo, una vez conocí uno que a Shakespeare le decía Gullermo), tiene un discurso extranjerizante, dio acto seguido los principales embustes con los cuales el malvado Gran Satán (que no podía ser otro que USA), pudre nuestras cabezas de argentinitos:
En fin, esperemos que el gobierno tome nota de las ideas de este....Iluminado, y ponga manos a la obra para acabar con estas pestes.......Ah!!! Me olvidaba, ya lo está haciendo. ¡Que intelectuales, Dios, nos conseguimos!
Sacudidor del freno: el caballo.
Poste del yelmo; peñasco de los hombros; castillo del cuerpo: la cabeza.
Fragua del canto: la cabeza del skald.
Ola del cuerno; marea de la copa: la cerveza.
Yelmo del aire; tierra de las estrellas del cielo; camino de la luna; taza de los vientos: el cielo.
Manzana del pecho; dura bellota del pensamiento: el corazón.
Gaviota del odio; gaviota de las heridas; caballo de las heridas; caballo de la bruja; primo del cuervo: el cuervo.
Casa de los pájaros ; Casa de los vientos : el aire.
Flechas de mar: los arenques.
Cerdo del oleaje: la ballena
Arbol de asiento: el banco.
Bosque de la quijada: la barba.
Asamblea de espadas; tempestad de espadas; encuentro de las fuentes; vuelo de lanzas; fiesta de águilas; lluvia de los escudos rojos; fiesta de vikings: la batalla.
Fuerza del arco; pierna del omóplato: el brazo.
Cisne sangriento; gallo de los muertos: el buitre.
Conservatism is contrary to the very nature of human acting. But it has always been the cherished program of the many, of the inert who dully resist every attempt to improve their own conditions which the minority of the alert initiate. In employing the term reactionary one mostly refers only to the aristocrats and priests who called their parties conservative. Yet the outstanding examples of the reactionary spirit were provided by other groups: by the guilds of artisans blocking entrance into their field to newcomers; by the farmers asking for tariff protection, subsidies and "parity prices"; by the wager earners hostile to technological improvements and fostering featherbedding and similar practices.
The vain arrogance of the literati and Bohemian artists dismisses the activities of the businessmen as unintellectual moneymaking. The truth is that the entrepreneurs and promoters display more intellectual faculties and intuition than the average writer and painter. The inferiority of many self-styled intellectuals manifests itself precisely in the fact that they fail to recognize what capacity and reasoning power are required to operate successfully a business enterprise.