Grandes Libertarios:Julian Simon (1938-1998) El Matador de Apocalipsis

Corría el año 1968, un entomólogo llamado Paul Erlich (que su nombre quede en la infamia), publicó "The Population Bomb", un libro tremendista, lleno de terror pero falto de ciencia. Ahí declaraba que para la próxima dêcada morirían millones por cada años de la misma, y que para fines de siglo serían miles de millones. Que la producción alimenticia de Estados Unidos sería insuficiente para 200 millones de personas (que era la población americana en 1950, para 1970 sería de 275 millones sin producirse una sola muerte por hambre). Sus soluciones eran convenientemente totalitarias, impuestos elevadísmos, control de la natalidad y esterilización forzosa, control estatal de la tierra y la creación de una omnímoda Agencia de Población y Medio Ambiente. No por nada su modelo era China (en esos momentos más represiva que ahora).
La idea central de Erlich y sus seguidores era que el ser humano era una plaga, dañina para el mundo, que consumiría sus recursos y acabaría por autodestruirse. La popularidad de Erlich crecía y hasta llegó a aparecer en el Tonight Show, conducido por Johnny Carson; su libro llegó a vender tres millones de copias. Nada parecía a oponerse a tanta sinrazón........Excepto una persona: Julian Simon, experto en estadística, psicólogo experimental, profesor de economía en la Universidad de Maryland, inventor y por sobre todas las cosas, un mente lúcida y crítica.
Simon, luego de ver el programa de Carson donde entrevistaba a Erlich quedó literalmente fuera de sí, por las ridículas afirmaciones del entomólogo. Así, utilizando sus dotes de estadístico y economista, empezó a escribir una serie de artículos donde sostenía que los alimentos no se iban a acabar, que el precio del petróleo bajaría, que en general, la vida sería mejor. Erlich y Simon se enfrentaron en una apuesta muy interesante, Simon les dejó a Erlich y a los suyos elegir cinco o seis productos del mercado internacional, que según ellos serían más escazas y caras dentro de diez años; Erlich, eligió cromo, níquel, tungsteno, cobre y estaño. Si estos aumentaban en un período de 10 años, Simon le daría a Erlich 1.000 dólares. Pasaron los ochenta, y para 1990, Erlich reconoció su derrota (los precios de esos productos bajaron un 48%). En su libro de 1996, en su libro The State of Humanity, apostó 1.00.000 dólares a quien le probara fehacientemente que la humanidad había empeorado en los últimos tiempos, nadie recogió el guante.
Las ideas principales de Simon:

• Los recursos son ilimitados puesto que son creados por el ingenio, la razón y la libertad del hombre, que siempre encuentra una solución a los problemas que se plantean.
• Advirtió que la ciega confianza en estadísticas puede llevar a los mayores dislates, êstas ayudan pero no sustituyen al pensamiento.
• Combatió las supersticiones xenófobas contra los inmigrantes, probando que lejos de ser parásitos quita empleos, eran un importante motor de la economía, de la inversión, el dinamismo de una sociedad.
• Para êl, las grandes poblaciones son un problema cuando están atados por regímenes tiránicos.

• Denuncio las consecuencias ímplicitas de las ideas ecológistas, la coerción, el pisoteo de todo tipo de libertad, desde la de pensamiento hasta la de libre empresa, todo en aras de una especie de religión de la tierra que no admitía críticas.

Cada vez que pierdo la fe en los seres humanos, que los veo como un amontonamiento de seres que repudian la libertad por la seguridad de la masificación, gente como Simon me devuelven la esperanza. Además, cuando el mundo parece a punto de caer bajo las garras del villano, êl hace su entrada triunfal, casi como un hêroe del Edda Mayor. Para usted don Simon, toda mi gratitud.

"No soy un optimista, soy un realista"

"Los seres humanos, escribió, "no son únicamente bocas que alimentar, sino también mentes productivas e inventivas que ayudan a encontrar soluciones creativas a los problemas del hombre, dejándonos en el largo plazo mejor que antes".