Grandes Libertarios: Lysander Spooner (1808-1887)

Muchas veces ocurre que un gran hombre, una mente clara, cuyas ideas podrían ayudarnos en nuestra batalla ideológica por la libertad, es completamente desconocido. Si apenas es tomado en cuenta por sus compatriotas, imaginense en estas desoladas pampas. Lysander Spooner es uno de esos casos. Jurista, economista y filósofo, dicen que se planteó el anarco-individualismo cuando se lanzó al terreno de lo empresarial, fundando una agncia postal privada, el gobierno reacciona de la manera habitual: le expropian la empresa. Como sea que se lo haya planteado sus ideas son de lo más original y coherentes que se dieron en el siglo XIX. Repasemos:

1. Rechazó la esclavitud; el centralismo que quería imponer Lincoln; la Constitución no puede ser un contrato, ya que fue firmado por unos pocos y no fue ratificado por las generaciones posteriores.
2. Ninguna persona puede obligar a otra a hacer lo que no desee. Ni siquiera un gobierno elegido y apoyado por la gente es menos tiránico por eso. La mayoría no puede decidir coactivamente por todos.
   
3. Reconocía el derecho de los estados a secesionarse, si no estaban de acuerdo con el rumbo de las cosas. Igual este concepto ya estaba presente en la constitución. Veía con temor los intentos de Linconl por centralizar la burocracia y el poder, además de las fuertemente medidas proteccionistas que auspiciaba.
4. Creía que el jurado era una de las mejores garantías para la libertad individual, ya que puede anular leyes del Congreso (aunque ahora eso en entredicho, lamentablemente), al juzgar un caso en concreto.

1. Pidió que se acabara con la persecución al alcohol (una situación que nos suena parecida no?, mercados negros, prohibición, guerras entre mafiosos). Denunció el absurdo proceso de equiparar vicios y crímenes. Los crímenes conciernen a la violación de la vida y la propiedad de una persona por part de otra. Lo que alguien haga con su vida sin involucrar a nadie, sólo le corcierne a êl mismo, puedo reprobar o aplaudir su estilo de vida, pero jamás prohibirselo u obligarlo a cambiar por lo que a mi se me antoja es lo moral

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