Un poco de responsabilidad

Una chica de 16 se colocó en la lengua uno de esos aros que tan de moda están; luego de un tiempo se presentaron complicaciones derivadas de la falta de esterilización. Resultado: la chica tiene problemas en el habla.
Establezcamos posibles culpas (prque no estoy muy enterado del asunto, sólo lo que vi en diversos noticieros):
1-El dueño del local, que no tomó las medidas adecuadas para evitarle este mal a la chica.
2-La chica misma; ella tomó la decisión de incorporarse un aro a la lengua, debía saber a lo que se enfrentaba y los posibles daños que acarreaba. Ella actuó por propia voluntad, sin que nadie le obligara, ¿por quê no fue exigente a la hora de elegir un local en donde esa práctica fuera ejecutada con todas las garantías?
3-Mera fatalidad, el hombre tomó todos los recaudos, pero algo se deslizó y causó ese problema.

Diversas quejumbres periodisticas entorpecen el problema y no nos permiten ver el verdadero problema. Hablan de que por ley la menor debería haber sido acompañada por un adulto, el local no estaba habilitado y nadie lo "controlaba"(palabra detestable si las hay), aunque ese local hubiera pagado incluso lo que no debía, si el Estado hubiera hecho leyes de hierro acerca de este tema, ¿quê cambia las cosas? la palabra del Estado destruye los agentes de las infecciones y las fiebres, cómo se puede ser tan iluso.
Me dirán, los controles del Estado hubieran servido como una eficaz barrera para evitar estos deslizes; no, por definición el Estado es ineficiente, desincentiva todo afán superador, al ver que su responsabilidad estaba limitada por lo que decide el burócrata, el dueño no se hubiera ocupado demasiado de la seguridad.
De no depender de alguien más y jugarse su clientela, el miedo a perder clientes que se fueran a un local donde ofrecieran más seguridad habría impulsado al propietario a mejorarla, los clientes ganarían calidad y el dueño ganancias. Pero no, la tan pedida intervención en todos y cada uno de nuestros actos por parte del Estado nos achancha, dejamos de ejercitar el sano ejercicio de nuestra responsabilidad. Si ese hombre es culpable de lo que le pasa a la chica, ella misma tendrá que exigirle la reparación porese daño, si ella fuera la causante de su desgracia, se la tendrá que bancar.
El individualismo no es mero egoísmo, como creen los giles del noticiero de Canal 13, es tambiên hacerse responsable de lo que uno haga, bien y mal. Sin embargo los sacerdotes del Estado nos encantan con un horizonte sin responsabilidades, hecho de beneficios y sin esfuerzo. Obvio que nos dolerá y fracasaremos, pero seremos únicamente nosotros los responsables, nadie habrá dictado arbitrariamente nuestras desdichas. Y cuando alguna que otro êxito aparezca, sabremos que no nos vino regalada por el amo que se puso benevolente, sino por nuestras virtudes, y eso vale toda la pena.
(Disculpen lo farragoso, pero como buen viking soy pasional).