Ases y Vanes

La vida de los dioses del Asgard siempre se ha representado como muy movida. Las relaciones de los dioses entre sí variaron, y lo mismo sus atibuciones; es muy cierto que, según las êpocas, tal o cual dios gozó de más o menos veneración. No se puede trazar, pues, una lista precisa e invariable de los dioses nórdicos. Son numerosos, separados por conflictos, y rivalidades, embarcados en batallas incesantes; su mismo poder es revocable y su detino sometido a los dictados de las Nornas. La idea de omnipotencia divina es del todo extraña es estos pueblos. Además, hay diferencias notables entre los dioses del Oeste y Norte; acá y allá se encuentran los mismos grandes dioses, pero las atribuciones y modo de conducirse varían enormemente. La jerarquía divina se complica con la existencia de dos clanes, los Ases y los Vanes, los más importantes, que se reparten a los dioses con las mejores leyendas. Según la leyenda, empezaron luchando, luego se reconciliaron y unieron fuerzas para dominar todo Asgard. Existen otras familias de dioses, pero son secundarias y sus leyendas y funciones son desconocidas u oscuras, como la de los Alfes. Los Ases deben ser nombrados antes que todos, puesto que son los más importantes y poderosos.
Pero parece difícil, según los estudios más recientes, pensar que, a pesar de lo que digan las sagas, los Ases hayan estado sólos al principio, y luego aparecieran los Vanes, como por arte de magia. La coexistencia, formación de los mitos, debió llevar siglos para llegar a las familias de dioses.
Sin embargo, se puede afirmar que cutro figuras descollan entr las dos estirpes, y que son objeto de la veneración más amplia, más continua que los demás. Los grandes nombres son Odín, Thor, Tyr y Freyr.