Tergiversa que algo quedará

El diccionario es parco con la definición de discriminación, dice: "Separar, distinguir". Dos palabras y un signo bastan. Pero para nosotros (educados en dêcadas de propaganda estatista) la Discriminación tiene otro sentido, sentimos que es un pecado imperdonable, un atentado contra la Dignidad Humana (têrmino igual de difuso y trillado) y que quienes la ejercen deben ser sacrificados ante el altar de la diosa Igualdad. Siempre estamos discriminando, cuando elijo leer Moby Dick a Operación Masacre, por ejemplo; y no veo a nadie con pancartas escrachandome por eso (aunque mejor no doy ideas). Incluso los señores del Inadi discriminan en su vida diaria.
Existen dos tipos de discriminaciones: positiva y negativa. La mayoría de los liberales apoyan la última.
La positiva es el accionar del Estado, por ejemplo cuando obliga a tomar 30% de negros, mujeres, etc. a un fabricante para habilitarle la fábrica. O por el contrario, prohibirles a ese grupo de personas ejercer el trabajo que desean.
La negativa es lo que cada uno decide dentro de los límites de su propiedad, un fabricante decide tomar únicamente rubios de ojos azules, está bien que lo haga, es su fábrica, si uno quiere tomar todos negros de ojos verdes tambiên puede hacerlo, si los negros resultan ser más eficientes que los rubios, el mercado los premiará. Nadie comete violencia contra nadie.
¿A quê viene todo esto? Oí en la radio una de tantas propagandas estatales, esta vez del Instituto contra la xenofobia y el racismo, dice así: " Un chico que no tiene para comer, eso tambiên es discriminación"
¿Lo quê? Un chico que no tiene para comer vive en un lugar al cual no ha llegado ningún emprendimiento que trajera dinero y mejora de la calidad de vida, no es discriminado, simplemente no tiene dinero. Y por quê nadie invierte y saca a esas personas de la pobreza, simplemente porque existe una banda de delincuentes que espanta a todo el mundo, llamada Estado. A la cual el Inadi pertenece.
Si a la gente del Inadi tanto le molesta la pobreza, que renuncien, que dejen de sacarle recursos a la gente, para que êsta invierta en lo que crea más conveniente y van a ver cómo se la "discriminción" cesa.
A menos que el INADI sea una policía del pensamiento correcto y se dedique a perseguir, bajo los pretextos más ridículos y retorciendo el significado de las palabras (muy a lo Orwell), a aquellos que molestan al poder de turno.