El Viking Liberal

Monday, August 07, 2006

Y se hizo la luz (o el hielo)

En varios poemas del Edda Mayor se relata el comienzo del mundo, si bien existen diferencias, el conjunto muestra una trama en común.
No había al principio, se dice en la Voeluspa saga, ni arena, ni mar, ni olas saladas, ni tierra por abajo y cielo por arriba; el abismo no tenía fondo y la hierba no crecía en ninguna parte. El abismo original se extendía entre el país de los hielos, de las tinieblas y las nieblas (disculpen la involuntaria rima), al norte, llamado Nifleheim, y en el sur, el país del fuego, el Muspelsheim. Los ríos jugaron un papel preponderante, que venían del sur, fluían hacia el Nifleheim, allí se cubrían de escarcha y morían en las inmensidades heladas.
Pero esas masa de agua helada colmaron poco a poco el abismo que antaño no tenía fondo (el Ginnugagap); los vientos del sur, cada vez más calientes, comenzaron a fundir los hielos eternos (no lo eran tanto). Esa primera primavera, ese brotar del agua, es el origen de la vida (venimos del agua según los vikings, no estaban tan desascertados). Pues el agua y los vientos del sur se unieron para formar un curpo viviente, el primer ser. El primer gigante Ymir. De êl es de quien descendemos, gigantes, dioses, hêroes, demonios, usted y yo.
Unico ser dotado de vida, Ymir pronto fue acompañado por una vaca nutricia, Audumla, nacida tambiên del hielo fundido, que alimentó a Ymir mientras crecía (no puedo evitar acordarme de Zeús y la cabra Amaltea). De la ubre de Audumla fluían cutro ríos de leche ( êsta a su vez se aliemtaba de la sal contenida en el hielo). Mientras Ymir iba fortaleciêndose, de la mezcla de leche y hielo surgió otro ser : Buri.
Tanto Ymir como Buri podían reproducirse ayuda. La prole de Ymir fueron los gigantes, la de Buri fue Bor, que se casó con una descendiente de Ymir, de ese matrimonio nacieron tres hijos: Odín, Vili y Vê.
Los gigantes fueron creados cuando Ymir, que descansaba, comenzó a sudar en su áxila izquierda, de ahí surgió una pareja: hembra y macho, al mismo tiempo sus pies al juntarse hicieron nacer un hijo. Esa fue la primera generación poderosa, capaz de hacerle sombra a los dioses y sobrevivir a la sucesivas expediciones de êstos para destruirlos.
Los hijos de Bor se revelaron contra Ymir, lo asesinan. De la herida brota sangre suficiente para llenar lo que quedaba del Ginnugagap. La mayoría de los giagantes perece por la inundación. Salvo una pareja, que se aferra a una balsa para no sucumbir. Así se salvó toda la especie.
Entre tanto, los dioses desmembraron el cuerpo de Ymir, esparciendo los restos por el espacio. De esos miembros nacieron las distintas partes del mundo. Las olas de su sangre, el ocêano; su carne se convirtió en la tierra; sus huesos, las montañas; sus dientes, los guijarros del mar. De su cráneo hicieron la bóveda celeste, que colocaron sobre cuatro enanos para sostenerla.
Su cerebro hizo nacer las nubes. Con las cejas enmarañadas, los dioses fijaron los bastiones de su dominio, al cual llamaron Midgard ( Tierra de en Medio). Se situaba entre el Nifleheim y el Muspelsheim.
El sol del Muspelsheim (fuente de todo calor), enviaba hasta allí al azar chispas innumerables. Los dioses regularon su curso (¿proto-intervencionismo?), instituyendo el ritmo de las estaciones, que hizo nacer la vegetación y tambiên la sucesión de días y noches. La noche es primera, ella antecede al día (êsta priminencia la podemos notar en el idioma germánico, la luna es mascuino y sol femenino, o sea La sol y El luna). Este fue el comienzo de la aventura, ¿quê hicieron los dioses despuês? ¿Y los hombres? Cálmese, Quedes enchufado y pronto lo sabrá.

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