En el nombre del pueblo

Los empresarios son gente que vive de su propio talento para los negocios y arriesgan su propio dinero, no el nuestro. Ultimamente (los últimos 400 años) en nuestro país, son citados regularmente por el poder imperial de la presindencia. Supuestamente negocian, en realidad son "apretados" por los ministriles y corchetes de la Señora Presidente, para que artificialmente bajen sus precios. Esta pretensión del gobierno es ultrajante, ¿acaso cree que los precio nacen del capricho de los empresarios? ¿Se reúnen en una cueva y piensan en cómo crear pecios abusivos?
Ellos deben pensar que así es. Pero no, los precios obedecen a las leyes económicas, querer controlarlos mediante acuerdos fraudulentos es como querer impedir que la Luna afecte las mareas. Ahora me entero que, de no obedecer las depóticas medidas, quienes exporten carnes no lo podrán hacer. Hace falta algo más para probar que estos son sólo bandidos con corona.
Lo más curioso es ver cómo se defienden de toda crítica, no sólo sus intelectuales a sueldo y sus rastreros aduladores. Quienes les crititican pasan a ser "egoístas", gente sin la menor caridad o aprecio para "Los demás". Desde cuándo ser egoístas es malo. Que yo sepa, de no ser por el egoísmo (entendido como individualismo, todavía estaríamos resguardando de las tormentas en cavernas.