De Odín y los Berseker

Odín tiene el poder de cambiar apariencia. Lo que le permite mezclarse entre los mortales: "Cuando quería cambiar de aspecto, dejaba su cuerpo en tierra, como dormido o muerto, y êl mismo se volvía pez, pájaro o serpiente." Pero el mayor cambio que se operaba en êl, era el de su rostro, dependiendo de si se encontraba con amigos o con enemigos.
"Hay que decir tambiên que era tan bello, tan noble, cuando estaba entre compañeros, que a todos se les reía el corazón. Mas cuando estaba en expedición guerrera, entonces, parecía terrible a sus enemigos".
Odín se paseaba a travês del mundo; a nadie le llamaba la atención, ya que se disfrazaba de un humilde viajero. Pero nunca asumía una postura neutral, cada vez que estallba un conflicto, êl tomaba partido por uno u otro bando. Entonces, pobres de sus enemigos: "Odín los dejaba ciegos y sordos, sus armas cortaban tanto como palos. Sus propios hombres, en cambio, iban sin coraza, sin lanzas ni espadas; fieros como lobos y perros. Mordían sus escudos, y eran fuertes como osos y toros. Mataban hombres, ni el fuego ni el hierro podía dañarlos. A eso se le llamaba Bersekergangr (guerreros con atuendo de oso).
Estabn llenos de ardor guerrero y mágico. Nada podía contra su furor una vez desatado. En ellos y por ellos, se desencadenaban fuerzas que sólo la magia podía provocar.
Dice Tácito, en el capítulo XXX, de la Germania:" Una vez que llegaban a la edad viril, se dejan crecer la barba y el pelo. Con la promesa de no cortarselo hasta matar a un enemigo. Los más valientes, llevan, además, un anillo de hierro. A ellos les corresponde ir en primera línea hacia el enemigo"