Consejos vikings

Si usted piensa naufragar, para darle sal a la vida, los vikings le aconsejan no arribar a una isla vagabunda, extrañas formaciones que padecen el furor de la mudanza. Un día están en Jutlandia y al otro aparecen en el Cabo del Labrador. Así que aquello que parece la salvación se puede transformar en una existencia más miserable que vivir al lado del teatro donde se presenta Arjona. Si usted se ve en semejante trance, los vikings le aconsejan lo siguiente: tome un pedazo de hierro del tamaño de una lanza, escriba las runas adecuadas, clave el hierro en el centro exacto de la isla, así tomará posesión de ella y la anclará. O si no tuvo la precaución de llevar un hierro de ese tamaño, bastará con encender un fuego, en el centro exacto y quemar las invocaciones. Es lo que hizo mi amigo Erik el Rojo con la isla de Gottland. Nada más fácil......Excepto por las dêcadas de estudio que se necesitan para manejar adecuadamente las runas (las de verdad, no esas pelotudeces de los brasileros).
Espero que esto le sirva para cuando decida naufragar. Ahora, del Fastitocalón, hablo despuês.