Canto de Hymir

Las olas saltaban;

Las rocas gruñían;

La tierra entera temblaba.

Hymir volvía a su casa, de humor sombrío.

El amigo de Hrugnir no dijo palabra

Antes que el navío tocase tierra.

Las mejores kenningar

Hielo de la pelea

Vara de la ira

Fuego de yelmos

Dragón de la espada

Roedor de yelmos

Espina de la batalla

Pez de la batalla

Remo de la sangre

Lobo de la sangre

Rama de las heridas:

La espada

Delicia de los cuervos

Enrojecedor del pico del cuervo

Alegrador del águila

Arbol del yelmo

Arbol de espadas

Teñidor de espadas:

El guerrero.

Arbol de lobos

Caballo de madera:

La Horca.

Oído a un cretino

Los intelectuales necesitan participar del poder público

Que yo sepa, desde Platón no intentan o no han hecho otra cosa.

Acerca de la ley natural

Siempre he sentido un profundo asco por aquella gente que corre ante la primer cámara de televisión, y ante un hecho desafortunado, como un accidente o que alguien se le caiga encima un cartel, reclamen leyes y controles, creyendo que al Destino se lo combate con un pedazo de papel y un nutrido ejêrcito de inspectores. Tambiêen estos seres creen que se puede modificar la naturaleza humana mediante leyes, como hacernos virtuosos a la hora de fumar, comer o relacionarnos con el prójimo. Hacen de la ley y los legisladores una entidad teólogica, que junto al estado forman la santísima trinidad del colectivismo, una entidad que todo lo puede. Cosa peligrosa.
Lástima que nadie escuche a Rothbard:

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Más del Oriente

Los musulmanes llaman a Alejandro de Macedonia: Iskandar zul Qarnain, o sea Alejandro Bicorne de Macedonia, ya que poseía las coronas o cuernos del Oriente y del Occidente, y que sólo la Muralla del Paraíso pudo detener, por eso desistió de conquistar la India.

En alemán, Oriente se dice Morgenland: Tierra de la Mañana. Occidente es la Abendland:
Tierra del Atardecer.

Una frase de Rudyard Kipling: Una vez que hayas oído el llamado del Oriente, no oiras otra cosa.

Creen ustedes, que nuestros ilustres "esperomaníacos" (como les llama Marcos), oirán ese llamdo, o son impermeables a toda emoción.

Dolce color d' oriental zaffiro

Yo te desafío, oh ingenuo hombre de tierra adentro, a que me digas Quê es Occidente y Quê es Oriente. Defínelo, y te darê tesoros traídos desde Africa, Bizancio, Dacia o las costas de Romeburg. El problema excede las módicas virtudes de nuestros skalds, y ni con todo el saber de Odín y la ayuda de Bragi han conseguido responder.
No obstante, uno de nustros sabios (creo que se llamaba Borges) casi lo logró:

Yo diria que las nociones de Oriente y Occidente son generalizaciones, ningún individuo se siente oriental. Supongo que un hombre se siente hindú, malayo, persa, pero no oriental. Del mismo modo, nadie se siente latinoamericano: nos sentimos argentinos, chilenos, uruguayos. No importa, el concepto no existe.

Otro expreso algo parecido, demostrando como a un odio se le contrapone otro, y el círculo vicioso no hace más que seguir asfixiandonos ad infinitum.

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Me voy (pero vuelvo)

Feliz año a todos, espero que la esten pasando mejor que yo. Yo ahora me voy a Mina Clavero, a pasar siete días con la familia más horrible del universo. No se preocupen el 9 estoy de vuelta.
Ah, me olvidaba, para envidia de Lord Khyron, pasê el Metroid Zero Mission, ja! ese Ridley y Mother Brain son una garcha.
Adiós, hasta pronto.